jueves, 26 de noviembre de 2009




Ares – Marte

En la mitología griega, Ares se considera el dios olímpico de la guerra, aunque es más bien la personificación de la fuerza bruta y la violencia, así como del tumulto, confusión y horrores de las batallas,[] en contraposición a su hermanastra Atenea, que representa la meditación y sabiduría en los asuntos de la guerra y protege a los hombres y sus habitaciones de sus estragos.
Los
romanos le identificaron con Marte, dios romano de la guerra y la agricultura (al que habían heredado de los etruscos), pero éste gozaba entre ellos de mucha mayor estima.
Se le representa como hijo de
Zeus y Hera, aunque existe una tradición posterior según la cual Hera lo concibió al tocar una determinada flor, en lo que parece ser una imitación de la leyenda sobre el nacimiento de Hefesto, y es recogida por Ovidio.[ ]Su lugar de nacimiento y auténtico hogar estaba situado lejos, entre los bárbaros y belicosos tracios,[] y a él huyó cuando fue descubierto acostándose con Afrodita.

Títulos y epítetos


Enialio era un epíteto común para Ares. Mientras Ares parece ser un sustantivo corriente que significa ‘guerra’. Sin embargo, para la época clásica Enialio había sido relegado al estatus de héroe y Ares ascendido a dios. Enialio sobrevivió como un título de culto sólo en algunos escenarios, notablemente en el juramento de los efebos en Atenas.
Otros epítetos de Ares son:
Brotoloigos (Βροτολοιγός, ‘destructor de hombres’);
Androfontes (Ανδρειφοντης, ‘asesino de hombres’);
Miaiphonos (Μιαιφόνος, ‘manchado de sangre’);
Teikhesiplêtês (Τειχεσιπλήτης, ‘asaltante de murallas’);
Maleros (Μαλερός, ‘brutal’);







Teritas (Θηρίτας, ‘bestial’), por Tero, su niñera.

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