martes, 11 de mayo de 2010

Ciclo Argonáutico

¨ La única épica helenística conservada, las Argonáuticas de Apolonio de Rodas narra el mito del viaje de Jasón y los Argonautas para recuperar el vellocino de oro de la mítica tierra de Cólquida. En las Argonáuticas Jasón es empujado a su búsqueda por el rey Pelias, quien recibe una profecía sobre un hombre con una sandalia que sería su némesis. Jasón pierde una sandalia en un río, llegando a la corte de Pelias e iniciando así la épica. Casi todos los miembros de la siguiente generación de héroes, además de Heracles, fueron con Jasón en el Argo para buscar el vellocino de oro. Esta generación también incluía a Teseo, que fue a Creta a matar al Minotauro, a la heroína Atalanta y a Meleagro.

Quien fue Jasón

¨ Jasón es un héroe mitológico griego. Su madre fue Alcímede, hija de Fílaco, tía de Ulises, Su padre fue Esón, rey de Yolcos hasta que su propio hermano, Pelias, lo destronó. Esón confió el reino a su hermano Pelias, hasta que Jasón alcanzase la mayoría de edad. Un día que Pelias, tío pues de Jasón, fue a consultar sobre su futuro, fue advertido por el oráculo de que tuviera cuidado con un hombre calzado con una sola sandalia, porque pondría en peligro su trono.

Quienes eran Los Argonáutas

¨ Eran un grupo que Jasón organizó solicitando la ayuda de Argo, hijo de Frixo, y, por consejo de Atenea, construyó la nave Argo, que había de conducir a la Cólquide a Jasón, acompañado de un grupo de unos cincuenta héroes griegos, que tomaron el nombre de Argonautas : Orfeo, Cástor, Pólux, Heracles... Reunidos pues los Argonautas, se hicieron a la mar en dirección a la Cólquida. Donde buscaban el vellocino de oro.

Jasón y Los Argonáutas

¨ Jasón solicitó entonces la ayuda de Argo, hijo de Frixo, y, por consejo de Atenea, construyó la nave Argo, que había de conducir a la Cólquide a Jasón, acompañado de un grupo de unos cincuenta héroes griegos, que tomaron el nombre de Argonautas : Orfeo, Cástor, Pólux... Reunidos pues los Argonautas, se hicieron a la mar en dirección a la Cólquida.

¨ Después de pasar por algunos países, llegaron a Salmideso donde encontraron a Fineo, ciego y adivino, al que los Argonautas ayudaron a deshacerse de las Harpías, monstruos voladores con rostro de mujer, garras y alas, que, cumpliendo un castigo impuesto por los dioses, impedían que Fineo pudiera alimentarse.

¨ Fineo, en agradecimiento, informó a los Argonautas sobre el camino a seguir hasta la Cólquida y además les dijo cómo podían superar el peligro que les esperaba al llegar a las Rocas Azules, dos enormes peñascos flotantes en continuo movimiento que chocaban entre sí aplastando a todos los que pretendían pasar entre ellas.

¨ Medea, la hija del rey Eetes, que era hechicera, se enamoró apasionadamente de Jasón y ayudó a éste a llevar a buen término su hazaña poniendo en práctica su brujería.

¨ Después de esto, los Argonautas emprendieron el regreso sorteando diversos peligros: tempestades, el asedio de las Sirenas, el ataque de los monstruos Escila y Caribdis. Finalmente llegaron a Yolcos. Allí Pelias recibió de Jasón el vellocino y luego murió, a manos de sus propias hijas, debido a una artimaña de Medea. Entonces Jasón y Medea huyeron a Corinto. Tuvieron dos hijos. Pero más tarde Jasón repudió a su mujer para casarse con Glauca, hija del rey de Corinto. Medea, para vengarse, acabó con la vida de Glauca y con la de los hijos que había tenido con Jasón.

Quien fue Medea

¨ Medea era la hija de Eetes, rey de la Cólquida y de la ninfa Idía. Era sacerdotisa de Hécate, que algunos consideran su madre y de la que se supone que aprendió los principios de la hechicería junto con su tía, la maga Circe. Así, Medea es el arquetipo de bruja o hechicera, con ciertos rasgos de chamanismo.

¨ A pesar de haberse librado ya de Pelías, los habitantes de Yolco aborrecieron el magnicidio y Jasón y Medea se vieron obligados a dejar Yolco partiendo hacia Corinto, llamados por los habitantes de esta ciudad sobre la que Medea pretendía tener derechos al trono. Allí Jasón acordó con el rey Creonte abandonar a Medea, a la que el Rey pretendía expulsar de Corinto, para unirse a su hija la princesa Glauca. Medea entonces, arrastrada por los celos, envió a Glauca como regalo de bodas un manto de irresistible belleza. Cuando Glauca lo recibió de manos de la sirvienta de Medea se lo puso de inmediato, liberando la magia contenida en él que la convirtió en una tea llameante. Las llamas la consumieron totalmente a ella y a su padre, Creonte, que se abalanzó sobre ella con intención de salvarla. A continuación, y para hacer el máximo daño a Jasón, Medea mató a los dos hijos que habían tenido en común. Los habitantes de Corinto, bien en venganza por la muerte de Creonte o bien decepcionados por el comportamiento de Medea, la apedrearon en el templo de Hera y la obligaron a abandonar la ciudad en el carro de serpientes aladas que le había regalado su abuelo Helios.

¨ Cuando Medea huyó de Corinto se propuso buscar a Heracles, pues éste le había prometido auxilio en el caso de que Jasón dejara de cumplir con su palabra. Lo encontró en Tebas, pero la furia de Hera lo había enloquecido. Medea le curó con sus remedios. Sin embargo Euristeo apremiaba a Heracles para que cumpliera sus trabajos y Medea se resignó a que no sería ayudada por él.

ayudada por él.

domingo, 14 de marzo de 2010


















Hipatia

Hipatia fue una filósofa y maestra neoplatónica griega, natural de Egipto, que destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía, miembro y líder de la Escuela neoplatónica de Alejandría a comienzos del siglo V. Seguidora de Plotino, cultivó los estudios lógicos y las ciencias exactas, llevando una vida ascética. Educó a una selecta escuela de aristócratas cristianos y paganos que ocuparon altos cargos, entre los que destacan el obispo Sinesio de Cirene que mantuvo una importante correspondencia con ella, Hesiquio de Alejandría y Orestes, prefecto de Egipto en el momento de su muerte.

Hija y discípula del astrónomo Teón, Hipatia es la primera mujer matemática de la que tenemos un conocimiento razonablemente seguro y detallado. Escribió sobre geometría, álgebra y astronomía, mejoró el diseño de los primitivos astrolabios: instrumentos para determinar las posiciones de las estrellas sobre la bóveda celeste, e inventó un hidrómetro.

Hipatia murió a una edad avanzada, 45 ó 60 años (dependiendo de cuál sea su fecha correcta de nacimiento), linchada por una turba de cristianos. Su asesinato se produjo en el marco de la hostilidad cristiana contra el declinante paganismo y las luchas políticas entre las distintas facciones de la Iglesia, el patriarcado alejandrino y el poder imperial, representado en Egipto por el prefecto Orestes, ex alumno de la filósofa. Sócrates Escolástico, el historiador más cercano a los hechos, afirma que la muerte de Hipatia fue causa de "no poco oprobio" para el Patriarca Cirilo y la iglesia de Alejandría, y fuentes posteriores, tanto paganas como cristianas, le achacan directamente el crimen, por lo que muchos historiadores consideran probada o muy probable la implicación de Cirilo, si bien el debate al respecto sigue abierto.propia casa.

Vida






















La escuela de Hipatia

En torno al año 400 se había convertido en líder de los neoplatónicos alejandrinos, y, de acuerdo a la Suda, se dedicó a la enseñanza de la filosofía, centrándose en las obras de Platón y Aristóteles. La casa de Hipatia se convirtió en un lugar de enseñanza donde acudían estudiantes de todas partes del mundo romano, atraídos por su fama. Entre sus alumnos había cristianos, como por ejemplo su alumno predilecto Sinesio de Cirene con posterioridad obispo de Ptolemaida (409-13) perteneciente a una familia rica y poderosa, que mantuvo una gran amistad con su maestra. Este personaje dejó escrita mucha información sobre Hipatia, y gracias a él conocemos sus obras, aunque ninguna se haya conservado. Dirigió a Hipatia las cartas 10, 15, 16, 46, 81, 124 y 154 de su epistolario. En esta correspondencia se mencionan los nombres de varios alumnos de Hipatia que fueron condiscípulos suyos: el hermano menor de Sinesio, su tío Alejandro, Herculiano, del que fue gran amigo, y al que consideraba "el mejor de los hombres", Olimpio, un rico terrateniente de Seleucia Pieria amigo de Sinesio, Isión, íntimo de Sinesio, Hesiquio de Alejandría, gramático y gobernador de Libia Superior, y su hermano Eutropio, el sofista Atanasio, Gayo, pariente de Sinesio, el gramático Teodosio y el sacerdote Teotecno, y unos tales Pedro y Siro, además del futuro prefecto imperial de Egipto, Orestes. Se han propuesto algunos otros nombres mencionados en las cartas de Sinesio, pero no hay pruebas de ello. En todo caso cabe indicar que sus alumnos fueron un grupo muy unido de aristócratas paganos y cristianos, algunos de los cuales desempeñaron altos cargos.ente después del propio emperador Teodosio II.tener unos 60 años en el momento de su muerte.

Obras

Ninguna de sus obras se ha conservado, pero se conocen gracias a sus discípulos, como Sinesio de Cirene o Hesiquio de Alejandría, el Hebreo.

  • Comentario a la Aritmética en 14 libros de Diofanto de Alejandría.
  • Canon astronómico.
  • Comentario a las Secciones cónicas de Apolonio de Perga, su obra más importante.
  • Tablas astronómicas: revisión de las del astrónomo Claudio Tolomeo, conocida por su inclusión en el Canon astronómico de Hesiquio.
  • Edición del comentario de su padre a Los Elementos de Euclides.
























sábado, 13 de marzo de 2010




















SAFO

Datos sobre su vida

Pasó toda su vida en Lesbos, isla griega cercana a la costa de Asia Menor, con la excepción de un corto exilio en Siracusa en el año 593 a. C., motivada por las luchas aristocráticas en las que probablemente se encontraba comprometida su familia perteneciente a la oligarquía local.

Perteneció a una sociedad llamada Thiasos en donde se preparaba a las jóvenes para el matrimonio. Más adelante conforma la llamada "Casa de las servidoras de las Musas". Allí sus discípulas aprendían a recitar poesía, a cantarla, a confeccionar coronas y colgantes de flores, etc. A partir de sus poemas se suele deducir que Safo se enamoraba de sus discípulas y mantenía relaciones con muchas de ellas. Todo esto la ha convertido en un símbolo del amor entre mujeres. Y es más, estas afirmaciones son comprobadas en el fragmento 2D en donde Safo establece una conversación con la diosa con la que más se identifica y tiene relación, Afrodita. Esta le pide que le ayude con alguien a quien ama pero que no le ha querido prestar atención, y cuando Afrodita dice “…aún sin quererlo” utiliza un participio femenino: kouk ethéloisa, que refleja la existencia de un eros homosexual en la vida de esta poeta. Pero el amor que refleja Safo no fue dado a todas sus alumnas, no se trataba de una orgía ni mucho menos, ella amaba a una especial de su corazón y le enseñaba importantes lecciones sobre el Amor. La unión de lo terrenal con lo divino va muy ligado a Safo, pues esta mantenía una estrecha comunicación con Afrodita, como ya hemos dicho, lo cual repercutió de una manera notable en la persona




















Obra

Sus poemas se recitaban y conocían en la Atenas del s. V a. C. Más tarde, en Roma, los poetas latinos alaban sus poemas. Allí había bustos de la poeta. Ha sido probablemente la poeta más traducida y más imitada de la antigüedad clásica.

Safo y su compatriota Alceo son considerados los poetas más sobresalientes de la poesía lírica griega arcaica, de la que Terpandro y Arión son precedentes. Son, además, los únicos representantes de una producción literaria lesbia. De su obra, que al parecer constaba de nueve libros de extensión variada, se han conservado también ejemplos de lírica popular en algunos epitalamios, cantos nupciales -adaptaciones de canciones populares propias de los amigos del novio y de la novia que se improvisaban en las bodas. Estas canciones se diferenciaban del resto de sus poemas, más intimistas y cultos, para los cuales creó un ritmo propio y un metro nuevo, que pasó a denominarse la estrofa sáfica.


viernes, 5 de marzo de 2010




Hércules, la película

Esta película representa parte de la vida de Heracles, pero no es del todo correcta es totalmente diferente a la historia. Porque se basa en temas como el amor, la canción y la amistad, cuando en realidad los temas más relevantes son la traición, el sufrimiento y el dolor que siente nuestro protagonista al enterarse de que es fruto de un engaño por parte de Zeus, dios del cielo y del trueno hacia Alcmena, la verdadera madre de Hércules. Dicho engaño pone furiosa a Hera, diosa del matrimonio y de la fidelidad. Para vengarse de la infidelidad de Zeus envenena a Hércules. En un ataque de locura éste mata a su esposa e hijos. Hércules a pesar de no tener la culpa de lo ocurrido es castigado con servirle durante 12 años a su primo, Euristeo.

En la película hace unos trabajos, pero se da a entender que los realiza para convertirse en un Dios; sólo se sobresaltan un par de trabajos, como son la hidra de Lerna y el ataque de los titanes.

martes, 9 de febrero de 2010

La Educación en Grecia

La educación de los niños atenienses, pero sólo de los varones, pues las niñas no pisaban nunca la escuela. Todo lo que aprende una joven ateniense esencialmente las labores domésticas: cocina, tratamiento de la lana y tejido, y tal vez también algunos rudimentos de lectura, cálculo y música lo aprende con su madre, con una abuela o las criadas de la familia. De hecho, las muchachas jóvenes apenas salen siquiera al patio interior de su casa, ya que deben vivir lejos de toda mirada, alejadas incluso de los miembros masculinos de su propia familia. Hecha esta salvedad, veamos cómo se educaban los niños atenienses.

En Atenas, la enseñanza, la asistencia a clase, no era obligatoria: el padre de familia gozaba de total libertad para educar a sus hijos o permitir que otros los educaran hasta los dieciocho años, edad en que el joven se convertía en ciudadano y debía realizar el servicio militar.

Hasta que el niño iba a la escuela (a los siete años), eran la madre y la nodriza quienes se ocupaban de él y le proporcionaban las primeras enseñanzas, que consistían en historias tradicionales, mitología y leyendas nacionales, y nada más, pues las pobres mujeres, que prácticamente nada habían aprendido, prácticamente nada podían enseñar.

A los siete años el niño comienza su "paideia", o formación cultural, pasando a la escuela, siempre de profesores particulares, donde cursaban tres asignaturas: gramática, música y gimnasia.

La pederastia.

El amor por los muchachos desempeñó un papel importantísimo en la educación griega. Los atenienses consideraban que la vinculación apasionada de un hombre (ejrasthv") y de un adolescente de 12 a 18 años

Se puede decir que el joven ateniense aprende en la escuela (con el gramático, el citarista y el pedotriba) conceptos, técnicas, habilidades manuales, mientras que el amante proporciona la educación moral, enseña la virtud.

La gimnasia.

No se sabe exactamente a qué edad comenzaba el joven ateniense a ejercitar su cuerpo bajo la dirección del pedotriba, tal vez a los ocho años, pero es más probable que fuera a los doce, cuando ya hacía varios años que acudía a la escuela del gramático y a la del citarista.

Los alumnos del pedotriba se dividían en dos clases: los pequeños (pai'de"), que tenían de doce a quince años, y los mayores (neanivskoi), de quince a dieciocho años.

La gimnasia se practicaba en la palestra: terreno deportivo al aire libre, cuadrado y rodeado de muros. En uno de los lados había unas habitaciones que servían de vestuarios, de salas de descanso con bancos, de baños y de almacén de arena y aceite.

Tres son los rasgos distintivos de la gimnasia griega: la total desnudez del atleta, las unciones de aceite y el acompañamiento de oboe durante los ejercicios.

Los accesorios indispensables que el niño debía llevar a la palestra eran la esponja, el frasco de aceite y un rascador o cepillo de bronce.

Los deportes más practicados eran la lucha, la carrera, el salto y el lanzamiento de disco y de jabalina. Además podían practicar el boxeo y el pancracio. Los niños de buena familia practicaban también la equitación desde muy pequeños.

La enseñanza de la música.

Para los griegos la música era la parte esencial y el mejor símbolo de toda cultura. Se decía que la música educaba el alma y la gimnasia entrenaba el cuerpo. Al parecer los niños aprendían con el maestro de música (citarista) canto al mismo tiempo que la música instrumental y la danza. La música se practicaba de oído, sin ninguna partitura.

El instrumento noble por excelencia era la cítara, pero también el oboe estuvo muy de moda en Atenas en el siglo V.

Esparta.

La educación espartana merece una mención especial, por su total contraposición a la educación ateniense.

Mientras que, como ya hemos dicho, en Atenas las jóvenes vivían recluidas, en Esparta las muchachas practicaban en público muchos deportes, al igual que los muchachos: la lucha y el lanzamiento de disco y jabalina. Pretendían así preparar madres de familia robustas y fuertes, que proporcionaran a Esparta hijos fuertes, buenos guerreros.

Los muchachos sólo permanecían con sus familias hasta los siete años, edad en la que el niño pasa a manos del Estado, al que no dejará de pertenecer hasta su muerte. El niño se alistaba en formaciones premilitares que se escalonaban a lo largo de todo su crecimiento. Sus estudios se limitaban a lo estrictamente necesario; el resto de su educación consistía en aprender a obedecer, soportar la fatiga con paciencia y vencer en la lucha, es decir, ejercicios físicos y entrenamiento para la guerra.



LA EDUCACIÓN EN ROMA


ÉPOCA ANTIGUA (hasta el siglo II a. C.).

En esta época antigua de la historia de Roma, la educación de los muchachos se limitaba a la preparación que podía darle su padre. Se trataba de una educación de campesinos, basada fundamentalmente en el respeto a las costumbres de los antepasados. Desde la más tierna infancia se les enseñaba que la familia de la cual eran miembros constituía una auténtica unidad social y religiosa, cuyos poderes estaban todos concentrados en la cabeza, en el paterfamilias, que era el propietario de todo, con derecho de vida y muerte sobre todos los miembros de la familia.

Hasta los siete años era la madre la encargada de la educación de los hijos. La madre es la maestra en casa. Ejerce, pues, un papel de suma importancia: no se limita sólo a dar a luz al hijo, sino que luego continúa su obra cuidándolo física y moralmente. Por eso su influencia en el hijo será importante durante toda la vida de éste.

A partir de los siete años era el padre quien tomaba la responsabilidad de la educación de los hijos. Un padre enseñaba a su hijo -puer- a leer, escribir, usar las armas y cultivar la tierra, a la vez que le impartía los fundamentos de las buenas maneras, la religión, la moral y el conocimiento de la ley. El niño acompaña a su padre a todas partes: al campo, a los convites, al foro, etc.

Por su parte, la niña -puella- sigue bajo la dirección y el cuidado de su madre, que la instruye en el telar y en las labores domésticas.

El definitivo perfeccionamiento a su formación lo daba el ejército, en el que se ingresaba a la edad de 16 o 17 años. La fuerza del ejército romano residía en su disciplina: el cobarde era azotado hasta morir, el general podía decapitar a cualquiera por la menor desobediencia, a los desertores se les cortaba la mano derecha, y el rancho consistía en pan y legumbres.

A PARTIR DEL SIGLO II a. C.

A partir de los siglos III y II a. C. Roma entra en contacto con la cultura griega al conquistar la Magna Grecia. Desde entonces, la superioridad cultural griega marcará la cultura y la educación romanas. Maestros y rétores llegan como esclavos a Roma y se dedican a impartir la docencia en las casas de sus dueños e incluso abren escuelas, una vez obtenida la libertad.

La implantación del sistema educativo griego no se hace esperar. De este modo, la Roma rústica se va a convertir en portadora y transmisora del caudal humanístico griego. A partir de ahora gran número de pedagogos, gramáticos, retóricos y filósofos invaden las calles de Roma, y los romanos aceptan sus enseñanzas (aunque no sin algunas reticencias).



a) Enseñanza primaria:

La enseñanza primaria ocupaba a los niños desde los siete años hasta los once o doce. Esta primera enseñanza podía recibirse en casa, con profesores particulares, pero la mayoría de niños y niñas acudía a la escuela del litterator.

El niño acudía a la escuela muy temprana, acompañada del paedagogus, generalmente griega. La jornada solía ser de seis horas, con descanso a mediodía, y un día festivo cada nueve días -nundinae- . El curso comenzaba el mes de marzo, y había vacaciones estivales (desde julio hasta los idus -el 15- de octubre).

Las escuelas eran locales muy humildes, donde había sillas o bancos sin respaldo para los alumnos, que escribían con las tablillas apoyadas en las rodillas.

En la escuela primaria se aprendía a leer, escribir y contar, bajo una férrea disciplina que castigaba con severidad cualquier falta.

b) Enseñanza secundaria.

La enseñanza secundaria, impartida por el grammaticus, acogía a niños y niñas desde los once o doce años hasta los dieciséis o diecisiete. Se centraba en el estudio de la teoría gramatical, lectura de autores clásicos griegos y latinos y comentario de los textos leídos. A partir del comentario del texto se enseñaba a los niños geografía, mitología, métrica, física, etc.

c) Enseñanza superior.

Finalizada la enseñanza del grammaticus, el joven que decide dedicarse a la oratoria y a la actividad pública pasa a la escuela del profesor de retórica (rhetor), generalmente griego.

Después de una serie de ejercicios preparatorios, el alumno se ejercitaba en la declamación, en la que se distinguían dos géneros:

1. Suasoriae, discursos sobre temas históricos. Eran monólogos en los que personajes famosos de la historia valoran el pro y el contra antes de tomar una decisión.

2. Controversiae, discusiones entre dos escolares que defendían puntos de vista contrarios sobre temas judiciales muy variados.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Mitología

Ayudantes

Deimos y Fobos eran hijos suyos con Afrodita y también respectivamente los espíritus del terror y el miedo, que le acompañaban a la batalla. a hermana y compañera del homicida Ares era Enio, diosa del derramamiento de sangre y la violencia. La presencia de Ares se veía acompañada por Cidoimos, el daimon del alboroto de las batallas, así como las Macas (Batallas), las Hisminas (Disputas), Polemos (un espíritu menor de la guerra, probablemente un epíteto de Ares, pues no tenía un dominio específico) y la hija de éste, Alala, la diosa-personificación del grito de guerra griego, cuyo nombre era usado por Ares como grito de guerra propio. Su hermana Hebe, a quien trataba irrespetuosamente, era reclamada a menudo para prepararle el baño.

La fundación de Tebas

Uno de los muchos papeles de Ares situado en el propio continente griego era el del mito fundacional de Tebas: Ares era el progenitor del dragón acuático que mató Cadmo, convirtiéndose en ancestro de los espartanos, pues de los dientes del dragón brotaron como si una cosecha creciese una raza de guerreros descendientes de Ares, los espartos. Para aplacar a Ares, Cadmo tomó como esposa a Harmonía, hija de éste con Afrodita, resolviendo así la contienda y fundando la ciudad de Tebas.

Afrodita

En el mito cantado por el bardo en el salón de Alcínoo, rey de los feacios, el dios sol Helios espió una vez a Ares y Afrodita haciendo el amor en secreto en casa del esposo de ésta, Hefesto, a quien alertó presto. Hefesto enfureció y conspiró para atrapar a la pareja in fraganti, para lo que dispuso sobre la cama una sutil red metálica invisible con el poder de inmovilizar a cualquiera, incluyendo a los dioses. Así atrapó a Ares y Afrodita en la siguiente ocasión, trayendo entonces a los demás dioses para que fuesen testigos del adulterio (las diosas no fueron por pudor), pensando humillarlos. Algunos comentaron la belleza de Afrodita, otros que habrían cambiado gustosos el lugar de Ares, pero todos se burlaron de ellos. Poseidón accedió a devolver a Hefesto el excrex de Afrodita. Cuando la pareja fue liberada, Ares huyó a su tierra natal, Tracia.

En una versión adulterada muy posterior, Ares ponía a Alectrión a su puerta para que le avisase de la llegada de Helios, pero el joven se quedó dormido y Helios descubrió a los amantes. Ares, furioso, transformó a Alectrión en un gallo, que nunca se olvida de anunciar la llegada del sol por la mañana.

Ares y los gigantes

En un oscuro mito arcaico, relatado en la Ilíada por la diosa Dione a su hija Afrodita, dos gigantes ctónicos, los Alóadas, Oto y Efialtes, encadenaban a Ares y le encerraban en una urna de bronce, donde permaneció trece meses, un año lunar. «Allí pereciera el dios insaciable de combate, si su madrastra [de los Alóadas], la bellísima Eribea, no lo hubiese participado a Hermes». «En éste se sospecha un festival de libertinaje que se desata al decimotercer mes.» Ares estuvo gritando y aullando en la urna hasta que Hermes lo rescató y Artemisa engañó a los Alóadas haciendo que se arrojaran sus lanzas uno al otro, matándose.

La Guerra de Troya

En la Ilíada, Homero representa a un Ares sin alianzas fijas ni respeto hacia Temis, el orden correcto de las cosas: prometió a Atenea y Hera que lucharía del lado de los aqueos, pero Afrodita logró persuadirle para que luchase junto a los troyanos.

Durante la guerra, Diomedes se enfrentó a Héctor y vio a Ares luchando en el bando troyano. Diomedes pidió a sus soldados que se retirasen lentamente. Hera, la madre de Ares, vio la injerencia de éste y pidió permiso a Zeus, su padre, para alejarlo del campo de batalla. Ares atacó a Diomedes con su lanza, pero Atenea desvió el ataque. Diomedes respondió con la pica y Atenea guió el golpe para herir a Ares, quien en su caída bramó como nueve o diez mil hombres y huyó al monte Olimpo, lo que obligó a los troyanos a retirarse.

Cuando Hera mencionó durante una conversación con Zeus que su hijo Ascálafo había muerto, Ares rompió a llorar y quiso unirse a la batalla del lado de los aqueos contra la orden de Zeus de que ningún olímpico debía participar en la guerra. Atenea detuvo a Ares y le ayudó a quitarse la armadura. Más tarde, cuando Zeus permitió a los dioses tomar parte activa en la guerra de los mortales, Ares intentó vengarse de Atenea, pero terminó herido de nuevo cuando ésta le golpeó con una piedra, cubriendo al caer con su cuerpo tumbado siete yugadas.